Algunos dirán que ridiculez. Otros, como yo, dirán nuevos mercados sin explotar, tremendo ejercicio de mercadeo.
Esta es la web del diseñador y la foto la tomé de elpais.es.
Muller pasa el tiempo caminando por el lugar y utiliza su laptop encaramado en los remolques de las maletas (Andre Penner/AP)
ROSA JIMÉNEZ CANO - Madrid - 25/10/2009
Adiós a las luchas de pandillas, a los vampiros contra zombis, a los regalitos sin sentido... Facebook puede volver a su esencia si el usuario así lo desea. Se anunció hace tiempo pero aún no estaba operativa esta versión de la red social más popular.
De tablón en tablón, sin anuncio oficial aún, los usuarios han ido compartiendo una dirección web que permite entrar en la versión lite (suena como 'light', ligero en inglés): http://lite.facebook.com/.
Con una portada mucho más limpia sólo aparecen los eventos y los mensajes de amigos. En la columna de la derecha se sugieren tres personas que podrías conocer. Nada más. Si se opta por entrar en un perfil, el cambio es aún mayor. Desaparecen las pestañas de la barra horizontal de la parte superior de la pantalla, para aparecer debajo de la imagen de perfil. Sólo están activadas las que llevan al tablón, información de la persona, sus amigos y en una misma opción fotos y vídeos. El tablón aparece muchísimo más limpio, sólo con los últimos mensajes, sin ninguna aplicación más.
Resulta curioso porque una de las claves del éxito y popularización de facebook fueron las aplicaciones. Sin embargo, la inutilidad de muchas de las mismas y la sensación de no saber cuál era la información que aportaba el usuario, que terminaba perdido en cadenas de clics, han terminado pidiendo esta opción a gritos.
Lo que sí ha anunciado Facebook de manera oficial a través de su blog es el cambio en el News Feed. Hasta este viernes, cuando se accedía a Facebook, aparecía en portada lo último aportado por nuestros amigos por orden cronológico estricto. Ahora se puede elegir entre seguir con esta opción o dejar que el propio sistema lo pondere y ponga en un lugar superior lo que considere más interesante según nuestros gustos y acciones en la red. News Feed será la versión editada por Facebook. Live Feed es como se llama la versión en que aparecen las acciones de nuestros amigos en el orden que las hicieron.
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GREGORIO BELINCHÓN 23/10/2009
El actor se convirtió en el mayor talento atormentado de su generación. Su fallecimiento obligó a Terry Gilliam a redimensionar El imaginario del doctor Parnassus, el filme que el australiano dejó inacabado. Así recuerda el realizador y ex Monty Python los últimos días del mito.
TERRY Gilliam (Minneapolis, 1940) ha pedido terraza. "La gente no me conoce, nadie nos va a molestar y hace un sol magnífico". A un ex Monty Python (el colectivo que redefinió el humor británico) nadie le lleva la contraria, a pesar de que sí, la gente le reconoce —sus chirriantes camisas y su coletita perroflautera confirman la sospecha—. El cineasta aprovecha los últimos rayos de sol de finales de septiembre en el festival de cine de San Sebastián.
Acaba de presentar El imaginario del doctor Parnassus, película marcada por la muerte de su protagonista, Heath Ledger, en mitad del rodaje, y en rueda de prensa Gilliam se ha destapado con declaraciones jugosas, al estilo: "Este filme ha mejorado con el fallecimiento de Ledger". No es una boutade, y menos aún procediendo de quien se considera uno de los mejores amigos del actor, de un cineasta que sufrió personal y profesionalmente la desaparición del intérprete. "Muy poca gente le conocía bien. Sus amigos de la infancia, Nicola Pecorini [director de fotografía de la cinta] y yo, y poco más. Era el intérprete con más talento de su generación. Y muy, muy inteligente. Una muestra de ello era lo bien que jugaba al ajedrez, de verdad. Era mucho más listo y rápido que yo. Lo único que yo podía hacer era seguirle, nunca tuve que darle una instrucción".
Gilliam no deja de sonreír. No quiere que los malos recuerdos atropellen su amor por el actor australiano, que falleció el martes 22 de enero de 2008 tras una sobredosis accidental de barbitúricos. En aquel momento, Ledger se encontraba descansando en su casa en Nueva York, tras haber finalizado en Londres el sábado anterior el rodaje de la parte real de El imaginario del doctor Parnassus y a una semana de empezar a filmar la parte onírica del filme en Vancouver. "Se volcó en su trabajo. Era increíble. Exprimía cada plano y multiplicaba la valía de sus compañeros. Un día que estaba al borde de la neumonía ni se planteó quedarse en la cama. Probablemente, por su eterno insomnio".
Ledger no durmió más de un par de horas al día en sus últimos años. En un explosivo artículo en Vanity Fair, Gilliam y Pecorini —que les presentó en la preproducción de Los hermanos Grimm— aseguraban que su estado se debía en parte a su divorcio de la también actriz Michelle Williams, que provocó el alejamiento de su hija de tres años, Matilda. "Estaba desesperado por dormir y dolido por no ver más a menudo a Matilda. Ella era todo su mundo". Los cineastas llegan a asegurar en la revista que Williams y Ledger no tenían nada en común y que su matrimonio recordaba demasiado a la pareja enfangada en mentiras que ambos interpretaron en Brokeback mountain. "Por aquel filme llegó a hacer cosas, en la carrera hacia el Oscar, de ésas que se había pasado años jurando que nunca haría. Se sintió sucio". Tras Casanova decidió parar y, según sus amigos, aceptó El caballero oscuro porque el rodaje era tan largo que podría rechazar otras ofertas... y porque firmó un contrato que le permitía toda la libertad posible para encarar el personaje del Joker.
"Un día de 2007, yo estaba preparando con efectos especiales el storyboard de Doctor Parnassus y, en el plató de al lado, Heath trabajaba en un videoclip. Me pasó una nota pidiéndome interpretar a Tony Liar [Tony el mentiroso, juego de palabras con Tony Blair]". Gilliam aceptó encantado. "Pero en Hollywood aún nadie había visto el nuevo Batman y no eran conscientes del potencial de su nombre. Sufrí para encontrar la financiación". Al final, el dinero (poco) lo reunieron entre su hija, Amy Gilliam, y el productor Bill Vince, responsable de Capote, que fallecería en junio de 2008 sin ver finalizado el filme.
El imaginario del doctor Parnassus es una orgiástica demostración del talento de Gilliam. La mente del viejo sabio Parnassus (Christopher Plummer) esconde en su imaginación —a la que se puede entrar desde el carromato que le lleva junto a su troupe por las calles de Londres— un mundo pythoniano. Ledger encarna a un amnésico al que la troupe encuentra ahorcado y a punto de morir bajo un puente. "Recuerdo perfectamente el día de su muerte. Estaba en Vancouver y al mediodía mi hija me telefoneó para que corriera a su oficina. Allí me enseñó la web de la ABC. Miré por la ventana. Era un día soleado y de repente se oscureció: el sol quedó cubierto por una inmensa bandada de cuervos. Nos encerramos durante unos días con algo de vino tinto, parmesano y prosciutto, y a pesar de las presiones de la aseguradora, que quería que canceláramos el proyecto, decidimos seguir adelante por Heath". Para la parte que aún quedaba sin rodar —las incursiones en la mente de Parnassus— llamaron a Johnny Depp, y recibieron el apoyo hasta de Tom Cruise. "Al final usamos a amigos de verdad de Heath: Johnny, Jude Law y Colin Farrell".
El resultado se estrenó en el pasado certamen de Cannes. Antes, no sólo murieron Ledger y Vince, sino que Gilliam se sobrepuso a un atropello en el SoHo londinense que le llevó al hospital con la espalda hecha papilla. "Algunos dicen que con los cambios de reparto el filme es más sorprendente. Lo que sí es extraño es que ha mejorado mi idea original".
Aunque el director insiste en la importancia de Ledger: "Él plantó las ideas. Johnny, Jude y Colin siguen su senda. Él tenía tanto fuego y tanta capacidad de sorprender en su interior... Y era una de las personas más encantadoras que he conocido. Nunca sabremos dónde hubiera llegado porque no tenía límites. Podía ser el más cómico y a la vez poseer la mayor gravitas". A Gilliam sí le gusta aclarar que el actor ha trabajado en su película más Gilliam. "La tenía en la cabeza hace muchísimos años. Es la más cercana a mi imaginación y, para no asustar al público, la más transparente". Echa a reír. "Construí ese imaginario muy lentamente y me concentré en que los viajes fueran muy rápidos. ¡Teníamos muy poco dinero!". Al final, el presupuesto no superó los 40 millones de euros.
Gilliam echa en falta en el mundo actual más imaginación. "Nos preocupa más la hipoteca, la educación de los hijos, el trabajo. Somos como los trabajadores de Metrópolis. Marchamos al ritmo de los tambores de las multinacionales. Vamos de sofisticados y hemos perdido la imaginación".
Casi todos, menos él. Gilliam estuvo en agosto en España cerrando las localizaciones de The man who killed Don Quixote, su proyecto frustrado en septiembre de 2000. "Rodaré en Madrid, Toledo, Salamanca, el Alcázar de Segovia... En Toledo se han mostrado muy cooperativos. Filmaré en la catedral y por sus calles. Empezaré en abril. Aún no sé quién hará de Don Quijote ni de Dulcinea. Busco una española con fuego en los ojos, de unos 22-23 años. En 2000, Penélope Cruz era la opción, pero he reescrito mucho; necesito una chica más joven. Y es casi imposible que esté Johnny Depp. ¿El dinero? Cuando empiece a filmar habré cerrado la financiación. De verdad, es fácil". ¿Seguro? "Lo que tenga que ocurrir, ocurrirá. Si en el pasado ha funcionado, ¿por qué cambiar ahora?". n
El imaginario del doctor Parnassus se estrena hoy.
Él lo niega. Pero hasta el diario The Independent tituló su última entrevista con la frase “Genio maldito”. “Yo no tengo la sensación de que haya ninguna maldición destrozándome la vida. He hecho muchas pelis y bastante cercanas a mi concepción inicial”, responde el aludido. Sin embargo, ha dirigido nueve largos y desde el tercero, Brazil (1985), comenzaron los problemas. En aquel rodaje, del estrés, se quedó paralítico una semana. Universal insistió en remontar el final —querían su final feliz— y Gilliam se opuso con todas sus fuerzas. Ganó la batalla porque entre críticos y académicos ya circulaban copias en vídeo y empezó a sonar como candidata a los Oscar. Aunque en la televisión estadounidense se emitió mutilada.
Su fama fue a peor con Las aventuras del barón Munchausen (1988): sólo recaudó una quinta parte de su presupuesto. “Columbia estrenó el filme en menos de 50 salas en EE UU; ni sus estrenos más pequeños bajaban entonces de 100”, aduce Gilliam, que no cuenta que se pasó de presupuesto. La cosa mejoró con El rey pescador, Doce monos y Miedo y asco en Las Vegas. Se había hecho conocido por rechazar proyectos (Watchmen, Forrest Gump o Alien: resurrección). Aún se oyen sus carcajadas cuando empezó a leer el guión de Troya. A cambio, aún se escuchan sus lamentos porque Warner le rechazó como director del primer Harry Potter. Con la penúltima, Tideland (2005), debió ir cine por cine en EE UU porque su distribuidor la rechazó. El fracaso de su Don Quixote quedó reflejado en el documental Lost in La Mancha: sin dinero ni ensayos, con siete desastrosos días de rodaje que culminaron con la lesión de espalda de su protagonista, Jean Rochefort, que no pudo volver a montar a caballo. Gilliam se ha convertido en un maestro salvando obstáculos.
Hace ocho días, Terry Gilliam junto a los otros cuatro miembros vivos de los Monty Python (Graham Chapman murió por culpa de un cáncer de garganta en 1989) se reunieron de nuevo en un abarrotado teatro, el neoyorquino Ziegfeld Theater, para responder preguntas del público y promocionar la emisión del documental Monty Python: almost the truth (lawyer’s cut) [Monty Python: casi toda la verdad (el montaje de los abogados)] en el canal Independent Film Channel, que se verá hasta mañana a razón de un capítulo diario de una hora. En el aire quedó una duda cuyo eco ha resonado en la prensa británica, que estos días celebra el 40 aniversario de la emisión de su serie para la BBC Monty Python’s flying circus: ¿quién ha heredado su sentido del humor, su visión onírica y a la vez irónicamente dolorosa de la realidad? Según Gilliam, nadie. “No tenemos herederos, fuimos producto de nuestro tiempo. Para mí, sólo podría verse alguna influencia en la serie The office”. Sin embargo, en España, La hora chanante y su continuación Muchachada Nui, series televisivas de Joaquín Reyes y sus muchachos, beben de sus fuentes de humor y de su manera de usar la animación –desde el cartel de Celebrities hasta lo absurdo de muchos sketches son claramente referencias pythonianas—. El éxito del musical Spamalot (ahora, en Madrid, tras su triunfal carrera comercial en Barcelona), una creación de Eric Idle que apoyaron con su presencia en la promoción los otros Monty Python, las ventas de los DVD de Monty Python’s flying circus o la publicación de varios libros sobre el grupo demuestran que, en mitad de la mojigata sociedad actual, aún quedan rescoldos de interesados en aquella locura.
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KEITH CAMERON 16/10/2009
1989. Nirvana, una banda ignota de Aberdeen, graba con 600 dólares un álbum de debut, Bleach, que cambiará la historia de la música. 20 años después, los protagonistas revelan su génesis.
La pequeña casa de madera del 4.230 de Leary Way NW, en un barrio residencial de Seattle, no parecía el centro de una revolución. Pero un letrero confirmó a un veinteañero Kurt Cobain que era Reciprocal Recording. Aquí los grupos locales Green River y Soundgarden grabaron, para el sello indie Sub Pop, sus primeros discos, piedras angulares del estilo que cambió la música del final del siglo XX. El 23 de enero de 1988, Jack Endino, productor de esos discos, tenía un compromiso: grabar una maqueta para unos chicos de Aberdeen, un sombrío y aislado puerto maderero de 16.000 habitantes a 133 kilómetros de Seattle, en la costa del Pacífico. Uno de ellos, Cobain, había llamado para reservar diciendo que era amigo de Dale Crover, de The Melvins, quien tocaría la batería. The Melvins era el único grupo de renombre que había salido de Aberdeen, y a Crover se le reverenciaba. Por él, Endino aceptó la reserva, por lo demás poco prometedora. La banda ni tenía nombre.
En cuanto empezaron a trabajar, Endino se dio cuenta de tres cosas. La primera, lo alto que era el bajista Chris Novoselic (no empezó a llamarse a sí mismo Krist hasta 1993). La segunda, lo serio que era el cantante y guitarrista Cobain. Parecía muy joven, era muy tímido, y no daba muestras del típico ardor de las estrellas de rock. Pero claro, Nirvana venía del quinto pino. Si Seattle estaba aislada, Aberdeen estaba fuera del mapa. "Eran ingenuos y no se lo tenían muy creído", dice Endino. "Un grupo que crece en una zona rural, no recibe ningún refuerzo positivo por lo que hace. No hay bares donde tocar, ni conciertos, ni público; tienen que disfrutar de verdad y ser muy decididos". La tercera observación de Endino se produjo más o menos a los 71 segundos de empezar a grabar la voz de Cobain en una canción llamada If you must. "¡Vaya!, pensé. Este tipo tiene un grito genial, algo muy valioso en el rock and roll". En ese momento, nadie imaginaba hasta qué punto.
No había muchos artistas locales de los que Jonathan Poneman, socio de Bruce Pavitt en el sello en ciernes Sub Pop, no hubiese oído hablar. Así que cuando Endino mencionó al tranquilo con una voz increíble, Poneman se sintió lo bastante intrigado como para conducir hasta Reciprocal y hacerse con una cinta. En la etiqueta ponía "Chris, Dale y yo", aunque el grupo ya se llamaba Nirvana. Poneman empezó a escuchar la casete en el viaje de vuelta. Al cabo de unos 71 segundos oyendo If you must, su mandíbula casi golpea el volante. Entonces empieza este gran grito catártico y luego el estribillo, que no tiene mucho de estribillo. Me quedé pensando: "Oh... Dios mío".
Poneman organizó una reunión con Cobain y Novoselic para proponerles que Nirvana grabase un sencillo para Sub Pop. Planeó su primer concierto para el 24 de abril de 1988, como parte del espectáculo Sub Pop Sunday en la discoteca Vogue. El público estaba compuesto en su mayoría por músicos de Seattle que tenían curiosidad por comprobar cómo eran.
Lo que vieron fue a tres jóvenes nerviosos y de aspecto dispar. Novoselic, Cobain, de expresión lúgubre, un zurdo que tocaba una guitarra para diestros cogida al revés. Lo peor, el batería Dave Foster (otro oriundo de Aberdeen) llevaba bigote. La movida punk rock de Seattle era tolerante, pero los bigotes poseían unas inaceptables connotaciones de macho. "Nirvana se pone a tocar", recuerda el batería de Mudhoney, Dan Peters. "¡Menudo sonido de mierda! Acto seguido, llega el tipo del sonido presa del pánico, enciende la mesa de mezclas y los altavoces y, de repente, es como una explosión. Y ellos no tienen ni idea de lo que está pasando". Nirvana había subido al escenario a la hora prevista, sin tener en cuenta que la sala no estaba preparada. "Cualquiera que diga que vio ese espectáculo y supo que iban a ser grandes, miente", afirma Mark Arm. Poco después, Cobain hablaba de la actuación en una carta nunca enviada a Dale Crover. "Había un representante de cada grupo de Seattle observándonos. Nos sentíamos como si sólo les faltase ponernos nota".
La siguiente vez que Endino vio a Nirvana fue el 11 de junio de 1988, cuando el grupo llegó a Reciprocal para grabar su sencillo de debut para Sub Pop: una versión de Love buzz, del grupo holandés de los años sesenta Shocking Blue. Les acompañaba un nuevo batería, Chad Channing, de Bainbridge Island, un barrio residencial de Seattle separado del centro por un viaje en ferry, Channing encajaba en el perfil del grupo tanto por su alejamiento geográfico como por su aire de pirado; Bainbridge Island tenía una pésima fama por sus profundas raíces hippies.
Novoselic había descubierto la canción en un disco en oferta y pronto se convirtió en éxito del directo. La idea de convertirla en la primera publicación del grupo fue de Sub Pop. "Al no tener otras ofertas, Nirvana se avino a ello", dice Endino.
A Cobain lo que le cabreó fue el retraso en la publicación del disco. Sub Pop se había convertido en una empresa legal el 1 de abril. Para aumentar las ganancias, idearon el Sub Pop Singles Club, en el que los suscriptores pagaban por adelantado por una serie mensual de sencillos en edición limitada. El primero fue Love buzz/Big cheese, en noviembre de 1988, e inmediatamente se agotaron las 1.000 copias. Para entonces, los prescriptores como Mark Arm eran fans. "Lo primero que llama la atención es la voz de Kurt", afirma Arm. "Tiene esa cualidad indefinible".
Pero el ambicioso Cobain se sentía resentido. "Teníamos la impresión de que no conseguíamos nada tocando en clubes", escribía Cobain en otra carta no enviada, esta vez a Mark Lanegan, de Screaming Trees. "Sub Pop está teniendo problemas económicos y la promesa de un epé y un elepé en el plazo de un año no es más que una excusa chorra de Jonathan para evitar que tanteemos a otros sellos. Ocho meses después, por fin hemos sacado un maldito sencillo. Hemos enviado la maqueta, pero nadie ha respondido". Nirvana dudaba lo bastante del sello como para reservar tiempo en un estudio para grabar su debut con su dinero. Pero, conscientes de que ningún otro sello se había interesado en publicarles, también terminarían por abordar a Sub Pop y exigir un contrato.
Con un nuevo contrato, Nirvana decidió dedicarse a la música. Novoselic dejó su trabajo como pintor industrial y se había separado de su novia. Hacía maratonianos viajes de ida y vuelta en su furgoneta para recoger a Cobain en Olympia, luego a Channing, en Bainbridge Island, y volver a Aberdeen, donde ensayaban en una habitación que estaba encima de la peluquería de la madre de Chris.
Y así fue como el grupo se presentó en el estudio el 24 de diciembre de 1988. La grabación y la mezcla se realizaron en seis días y quedaron rematadas el 24 de enero de 1989. "Kurt escribía las letras en el último minuto", cuenta Novoselic. "Yo iba a por cerveza; luego terminábamos los temas y las voces, y a mezclar".
Endino les cobró 30 horas de trabajo, 606,17 dólares. Ser capaces de hacer un disco tan barato era motivo de orgullo. No tenían un céntimo, pero estaban decididos a pagarlo. Lo hicieron gracias a Jason Everman, un guitarrista antiguo compañero de colegio de Channing. Everman había ganado dinero como pescador en Alaska y se ofreció a cubrir los costes. Consideró que su jugada era, además de altruista, una inversión. Para agradecerle que les hubiese prestado el dinero, pusieron en la contraportada que había tocado la guitarra (no lo había hecho); hasta aparecía en la foto de la portada.
En el disco destacaba una canción, About a girl. Destacaba tanto que Cobain le pidió disculpas a Endino por ella. "Kurt decía cosas como: vale, para que todo el mundo lo sepa, es posible que también haga más cosas como ésta en el futuro. Era divertido el modo en que me la presentó: ahora voy a hacer una canción pop, ten paciencia conmigo? Y claro, yo sólo soy el tipo del estudio: ¡Vale, lo que sea, desde luego! ¡Genial! ¡Bonita canción!", dice el productor. "Kurt se sentaba dentro de la bañera y escuchaba Meet The Beatles", recuerda Novoselic. "Decía que había comprendido a The Beatles; lo que él pensaba que era esa fórmula".
En febrero de 1989, el grupo emprendió una breve gira (su primer viaje por carretera más allá del Estado de Washington). Mientras conducían por San Francisco, Cobain y Bruce Pavitt se fijaron en el cartel de una campaña de prevención del sida que instaba a los consumidores de drogas a "Bleach your works" (algo así como: "desinfectar las jeringas"). Serviría de inspiración para el título del disco: Bleach [lejía].
Bleach fue publicado el 15 de junio de 1989. Para entonces, Nirvana era un cuarteto: Jason Everman se había unido al grupo en febrero como segundo guitarrista. Pero sólo ocupó ese puesto cinco meses. Durante una agotadora gira por EE UU para promocionar Bleach, la relación se fue volviendo cada vez más tensa. En Nueva York, Cobain y Novoselic decidieron que Jason tenía que marcharse. Cancelaron la gira y emprendieron una vuelta de 50 horas por carretera. "La furgoneta seguía adelante. Y eso fue todo. Era como si se sobrentendiese que aquello ya no iba a repetirse. Nunca recuperó su dinero", reflexiona Novoselic.
Bleach es el disco de más éxito publicado por Sub Pop: más de 1,7 millones de copias vendidas. Las modestas ventas iniciales se multiplicaron gracias al impacto de su sucesor, Nevermind. Endino calcula que los 330 discos que ha hecho desde Bleach juntos no han recibido tanta atención. "Estoy contento de que suene tan bien teniendo en cuenta que sólo gastamos 600 pavos. Si sonase fatal, estaría muy disgustado, ¡Iggy Pop me dijo que era su disco favorito de Nirvana! Con eso me basta". Novoselic, ahora un activista político, escritor y músico ocasional valora el disco que él y sus amigos hicieron hace 20 años. "Es la quintaesencia del grunge", afirma, "pero tiene una sensibilidad pop que revela hacia dónde se dirigía el grupo. Eso es oficio para hacer canciones. Y es un tributo a Kurt Cobain, su visión y su habilidad como artista. El disco es su herencia".
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C. Colino 07/10/2009
Roberto Carlos ha estado dos días en Madrid. Tras visitar el Bernabéu, hoy regresa a Estambul. AS le entrevistó en el Asador Donostiarra. El lateral sigue en forma y estaría dispuesto a ponerse de nuevo la camiseta blanca.
He estado aquí sólo un par de días. He venido a solucionar unos asuntos personales y a que mi mujer, Mariana, conociera Madrid, el lugar donde he sido muy feliz.
Sí, y soy muy feliz. Estamos esperando un hijo. Será el octavo para mí. Aún es pronto para saber si es niña o niño, pero si es niña le pondremos de nombre Manuela. Ya hemos aprovechado la visita a Madrid para comprar ropita para el bebé.
Le he enseñado todos los sitios por donde yo me movía. Por supuesto que hemos visitado la sala de trofeos y ha visto lo que ha sido mi historia.
Sigo en el Fenerbahçe. Es mi tercera temporada allí, pero lo tengo decidido y me marcharé en diciembre.
Sí, tengo 36 años y me quedan dos de fútbol, así que me gustaría volver a Brasil y jugar en algún equipo de allí. Echo de menos mi casa, mi familia, mi país...
Hay interés de algunos equipos. También habría otra posibilidad...
Estaría dispuesto a jugar seis meses en el Madrid sin cobrar. De enero a junio, quizá luego podría quedarme un añito más.
Claro. Me gustaría. En el Madrid he pasado unos años maravillosos, lo he ganado todo y considero que es mi casa.
Es muy importante para mí volver al Real Madrid, claro que me gustaría como jugador, pero si no es posible me gustaría trabajar aquí con los infantiles, juveniles y enseñarles todo lo que yo sé.
Me gusta y estoy dispuesto a volver.
No eran malas. Siempre me llevé bien con él. Es cierto que no era tan cercano conmigo como con los otros porque yo vine al club con Lorenzo Sanz. Pero tengo que decir que se portó bien conmigo. Es cierto que los Galácticos cobraban mucho más que yo, pero nunca me quejé ni dije una palabra más alta que otra. Me dediqué a jugar y ya está. Yo de Florentino hablé siempre bien. Han pasado los años y él sigue igual que siempre, no cambia.
Le veo grande, pese a la derrota contra el Sevilla el domingo. Hay que reconocer que el Sevilla tiene cuatro jugadores de altísimo nivel y que en el Pizjuán nunca ha sido fácil ganar. Sevilla, Barcelona y Bilbao, para mi gusto, son los estadios más difíciles en los que he jugado en la Liga española.
Bueno, eso es normal. Ahora lo que tienen que hacer es empezar de nuevo. El Madrid tiene equipo de sobra para ganar la Liga de campeones en el Bernabéu, que es lo que más le importa este año. Hay que tener tranquilidad, volver a jugar bien y meter goles.
La crítica en el Madrid es normal, tanto para los entrenadores como para los jugadores. No cambia nada con el paso de los años. Todo sigue igual. Pellegrini ha demostrado en España que entiende de fútbol y hay que respetarlo.
Hay jugadores que son muy difíciles de marcar y Navas lo es. Ese chico tiene una gran proyección. Es un grandísimo jugador, pero Marcelo se tiene que levantar y seguir trabajando como él sabe.
Yo lo veo siempre bien. Kaká y yo jugamos juntos en la selección, con Cristiano nunca me he enfrentado. Para mí Kaká es el número uno del mundo, no tengo duda.
La ha visto todo el mundo. Iker vive un momento enorme. Me alegro mucho por él porque es mi amigo. Ojalá le sigan yendo las cosas igual de bien.
Con expectación. Soy muy amigo de Lula, aunque todavía no he tenido la oportunidad de felicitarle. Fue increíble y me alegro tanto por él... Para participar me queda muy lejos, pero ayudaré en lo que me pidan tanto en el Mundial en 2014 como en los Juegos de 2016. Los dos acontecimientos serán muy buenos para el país.
Ojalá...