36 años pasaron desde que el director, productor y guionista australiano George Miller nos mostrara en su primera obra para el cine su retorcida visión de un mundo postapocalíptico, misma obra que lanzaría al estrellato a su paisano Mel Gibson.
Posteriormente vendrían un par de Mad Max: la 2 y Beyond Thunderdome, todas con Gibson, siendo esta última de 1985 y allí paró la franquicia.
Ésta, que vendría a ser la cuarta entrega de Mad Max, tiene vida propia, no necesitan ver las anteriores aunque claro está, la inspiración y los elementos están allí.
Lo más importante de esta película es la experiencia. Como les podría explicar la sensación que transmite... tal vez es como si alguien te tomara y tironeara por un par de horas, con algunos pocos minutos para descansar de cuando en cuando. La acción, el sonido, la música junto a lo estresante, decadente, triste y morboso que uno ve en la pantalla es toda una experiencia. Lo que más me llamó la atención es que hay espacio para momentos sublimes dentro de ese caos, momentos en los que se descansa del "tironeo".
No esperen grandes diálogos, sin embargo lo poco que se dice destaca. Tampoco esperen grandes actuaciones, esto no es un estudio de caracteres ni nada por el estilo, es adrenalina y testosterona pura, tanto que convierten a la bella Charlize Theron en toda una "badass".
La dirección y fotografía son excelentes. Capítulo aparte merecen los vehículos que aparecen en la película, una bestialidad. El "atorrante" soundtrack es obra de Tom Holkenborg aka Junkie XL. Aplaudo la idea del "carro de música".
Esta es una película que debe ser vista en el cine, olviden el 3D, sólo hay una escena en dónde lo aprovechan de verdad. Esto es de lo mejorcito que he visto en bastante tiempo en el cine, hagan caso omiso de las personas a las que no les gustó, es que simplemente no captaron la idea. Más info en imdb.com y rottentomatoes.com
trailer
Galería con los vehículos de la película
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