Esperaban resultados de autopsia para conocer causa de muerte
MARÍA ISOLIETT IGLESIAS
EL UNIVERSAL
El mensaje que el joven, presuntamente sacrificado, debía llevar a otras dimensiones quedó tallado en su cuerpo. Seis letras, inscritas verticalmente y dispuestas desde el pectoral derecho hasta el abdomen, le dejaron igual número de heridas abiertas, pues todas, presumen los investigadores, fueron hechas con un objeto cortante.
Esas y otras lesiones contusas fueron las sufridas por el joven, de aproximadamente 25 años, de tez blanca, de un metro 75 centímetros de estatura y de cabellos negros y cortos, que fue localizado el sábado a las 10:30 de la noche, en el kilómetro seis de la carretera vieja Caracas-Los Teques, específicamente en las riberas del río Guaire.
Las letras, según explicó una fuente del Cicpc de Caricuao -despacho encargado de la averiguacion- estaban dispuestas de arriba hacia abajo. Según se determinó las letras, en mayúsculas eran: "XVATNO".
Según los estudios realizados por los efectivos de Inspecciones Oculares del Cicpc, el hombre tenía una data de muerte aproximada de 48 horas. Las incisiones, según estos mismos expertos, fueron hechas presuntamente después de que el joven había muerto.
También realizaron la necrodactilia para identificar al hombre presuntamente sacrificado.
Esta mañana, los expertos terminaban de realizar la autopsia al cadáver para determinar con exactitud la causa de muerte. Pues como el cauce del río había subido por la lluvia, presumían que el cadáver había sido arrastrado desde Los Teques.
Sin embargo, vecinos de la zona afirmaban que cuando ellos avisaron a las autoridades el cuerpo estaba tendido sobre la ribera, libre de agua.
La foto realizada al cadáver fue enviada a la subdelegación de Los Teques y la División de Personas Desaparecidas del Cicpc para que cotejaran con los expedientes abiertos y determinaran si la víctima había sido reportada.
Según cita la minuta, cuando los detectives llegaron al sitio del suceso para levantar el cadáver tuvieron que llamar a los Bomberos Metropolitanos para rescatar el cuerpo, pues el agua había crecido por la lluvia y el cadáver estaba engarzado a las ramas de un árbol que estaba cerca de la orilla.
Si descarta que el cuerpo fuera arrastrado; cobra fuerza una segunda hipótesis que reza que ese lugar pudo ser el sitio de liberación del infortunado.
Lo que sí no descartan por ahora es que se trate de un rito satánico. Por ello, los detectives destinarán a un grupo de efectivos que hagan el recorrido aguas arriba para determinar si el rito se hizo en el lugar del hallazgo, como aseguran algunos moradores, o en otro kilómetro de las riberas del Guaire.
Hace tres años, un sacrificio también fue investigado por los detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas adscritos a Caricuao, pero esa vez en la UD7 del sector. Unos niños que jugaban en un jardín se toparon con el cuerpo de un feto de ocho meses de gestación.
El neonato tenía en su boca la cabeza de un gallo que había sido degollado.
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