Como había prometido les traigo el review de esta película (la que vio Ian Curtis en la noche que se suicidó) dirigida por Werner Herzog y protagonizada por el pseudo actor Bruno Schleinstein, ambos alemanes.Es la historia de un músico callejero alcohólico y de paso medio lento, que sale de prisión y se reencuentra con su ex-novia, quien resulta ser una prostituta. Ambos, juntos a un viejito vecino de él, deciden irse a probar suerte a Estados Unidos en donde un familiar del anciano los recibirá y bueno, pasa lo que pasa.
Dirán, pero que historia más tonta, pues si, es bastante simple y no está mayormente adornada, pero hay algo en la película que evita que la olvides... y eso es bueno
Investigando un poco conseguí que la película resulta estar basada en parte de la vida del protagonista, a quién dicho sea de paso, le costó Dios y su ayuda poder filmarla justamente por no ser actor. El resto de los actores también son personas corrientes, con lo cual el director buscaba hacer una película lo más parecida a la realidad posible, si se quiere, espontanea.
Por allí la anuncian como divertida, a mi no me causó mucha gracia que digamos, es más, deja una sensación de desaire terrible.
No esperen mucho de ella, pero si la consiguen por ahí échenle un vistazo, me lo agredecederán. Más info en imdb.com
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