Lo digo porque son papeles muy similares: tipos que fueron exitosos en algún momento, no supieron administrar su dinero (ni sus vidas) y se encuentran solos, quebrados y en el ocaso de sus mejores años. Esta vez no hay lucha libre, hay música y bastante alcohol. Hay dos grandes diferencias: Rourke hizo un papel sobre casi su vida personal y no recibió el premio, Bridges está muy lejos de esto en la vida real y si ganó.
La película está basada en la novela del mismo nombre de Thomas Cobb. El personaje Bad Blake, cuentan por ahí, ha sido inspirado en la vida de algunos músicos country no muy ordenados que digamos.
Lo grandioso de la película no está en la historia, la dirección o el guión, está en la música y, muy especialmente, en la magistral actuación de Bridges. Ambos ganadores del Oscar este año.
Bridges llena de brillo esta historia relativamente poco llamativa. Se mete de tal forma en el papel que pareciera uno estar viendo al mismísimo tipo volviéndose nada. Lo acompaña Maggie Gyllenhaal en el papel de la joven periodista de la cual se enamora y le cambia la vida. Buena actuación ésta, pero opacada por el genio de Bridges.
En el apartado musical tenemos el trabajo de T-Bone Burnett y las voces (bastante decentes) de los mismos Bridges y Colin Farrell, entre otros.
Buena película con actuaciones soberbias. Lástima que escribí esta reseña después del Oscar. Cuando vi la película sabía que si Brigdes no lo ganaba era un robo descarado. Más info en imdb.com
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