El resultado es similar a la primera entrega, esta vez el aumento de presupuesto -pasó de 50 millones a 68 millones de US$- se tradujo en un casting más pesado.
Particularmente me reí más con Ted 2, algunos chistes fueron verdaderamente épicos, pero, obviamente, se perdió algo de la novedad de tener a un osito de peluche parlanchín bastante patán.
Hay una historia subyacente de lucha por los derechos de las minoría que pareciera estar algo trillada estos días, pero bueno, de alguna forma hay que darle coherencia a esto.
Con esta película se aplica la misma recomendación que con la primera, si no les gusta el humor negro, pesado, políticamente incorrecto de MacFarlane, el mismo de Padre de Familia, olvídense, ni se asomen al cine. Yo por mi parte la disfruté muchísimo. Más info en imdb.com.
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