De la Oberliga al olvido

tomado de sport.es

Leipzig acogerá hoy un amistoso de viejas glorias de la RFA y la RDA, ayer dos países y hoy uno... que se ‘comió’ al otro

En noviembre de 1989 (se cumplen ahora 21 años) Alemania empezó a ser un solo país. Cayó el ‘Muro’ de Berlín y en apenas doce meses la RDA pasó al olvido. La caída del muro regaló libertad y una vida mejor (en teoría) a los ‘ossis’ pero deportivamente significó la desaparición, inmediata o paulatina, de su grandeza. En lo que al fútbol se refiere, le llevó al desastre. La unificación fue el principio del fin para los clubs de la antigua República Democrática Alemana. Veinte años después, ningún club de la RDA ha conquistado un título de Liga y parece imposible que alguno lo vaya a conseguir alguna vez.

Campeón de la Recopa en 1974, el histórico Magdeburgo malvive en la ‘Regionalliga’, la cuarta división. En peor situación está el Lokomotiv de Leipzig, finalista de la misma Recopa en 1987 (perdió ante el Ajax) y que disputa hoy en día la Oberliga Nordost, la quinta división. El Carl Zeiss Jena, subcampeón ante el Dinamo Tbilisi en 1981, está en tercera, luchando por no descender.

Ninguna entidad de aquella Oberliga sobrevivió a la unificación alemana porque más pronto o más tarde desapareció de la elite y su prestigio quedó en el olvido. Les ocurrió a los citados, como también al poderoso Dynamo Berlín, campeón ininterrumpido entre 1979 y 1988 y que hoy juega en el olvido, en la quinta categoría. El caso del Dynamo es curioso, puesto que en 1954 fue poblado con todos los jugadores del campeón, el Dynamo Dresden, para que la capital tuviera un club ‘poderoso’. Odiado por la mayoría de los hinchas del país, fue inmediatamente adoptado por la policía secreta, la Stasi, y no es extraño que tras la desaparición de la RDA su caída fuese inmediata y su olvido absoluto. Tal es así que hoy apenas un millar de aficionados, con suerte, acuden a ver sus partidos.

Quizás un caso triste para la historia sea, precisamente, el del Dynamo Dresden. El club de Sajonia fue el más popular en toda la Alemania Oriental y gozaba de mucho apoyo en todos los estamentos sociales del país en contra de la ‘oficialidad’ del Dynamo Berlín. Vencedor de ocho títulos, tuvo la fortuna de ser subcampeón en 1991, lo que le dio ‘derecho’ a entrar en la Bundesliga junto al campeón Hansa Rostock (la reunificación futbolística sólo alcanzó a los dos primeros, los seis siguientes fueron a la segunda categoría). Pero fue víctima de su propia tradición y del masivo éxodo de futbolistas ‘ossis’ hacia el oeste. Así, las deficiencias económicas, infraestructurales y organizativas de un club crecido en el comunismo le condenaron en el nuevo orden y hoy apenas sobrevive en tercera.

El que mejor se adaptó a la nueva Alemania fue el Hansa Rostock, último campeón de la Oberliga en 1991, y que con doce presencias en la Bundesliga ha sido el club oriental que más ha participado en la máxima categoría. De hecho, hay jóvenes que desconocen a un histórico como el Carl Zeiss Jena pero sí saben de la existencia del Hansa Rostock, que aunque hoy también sufre en tercera, no tiene una historia reciente tan desoladora como el Dynamo Dresden, quebrado en 1995, apoyado por los ultras más peligrosos de todo el país y que es la cruz de la moneda de una Sajonia que se mantiene como la zona más próspera y rica del este de Alemania.

Un hooliganismo feroz, a menudo neonazi, ha venido mortificando a muchos de los clubs históricos del este, además de las deudas y megalomanías. Al final, no es casualidad que las tres entidades del Este que juegan en Segunda (Energie Cottbus, Union Berlín y Erzgebirge Aue) son tres modestos del pasado. Y tampoco es casualidad que la compañía Red Bull no apostase por el Lokomotiv cuando buscó un club en la zona de Leipzig para despertar al fútbol de la región. Encontró un pequeño equipo de pueblo, lo renombró RB Leipzig y empezó a invertir en él. Hoy es segundo en la Regionalliga Nord, por detrás del Chemnitzer, un histórico que en la época de la RDA disputaba la Oberliga bajo el nombre de Karl Marx Stadt. Sobran las explicaciones...

Leipzig vio el primer partido televisado en catalán

Tres veces visitó el Barça la Alemania del Este, aunque en la última de ellas ya lo hizo ante un club ‘unificado’.

Los cuartos de final de la Recopa de 1982 le enfrentaron con el Lokomotiv Leipzig y el partido en el Zentralstadium del 3 de marzo pasó a la historia por ser el primero que se transmitió en catalán por televisión, algo de lo más normal hoy en día pero que hace 28 años fue, en locución de José Félix Pons y Josep Maria Casanovas, un hito histórico. El Barça eliminó al Lokomotiv y acabó ganando el título en el Camp Nou ante el Standard belga. Dos temporadas después comenzó la misma competición exhibiéndose en Magdeburgo (1-5) con tres goles de Maradona en un choque que paralizó toda la RDA.

Su último desplazamiento al este alemán ya no fue a la RDA, aunque sí fue por obra y gracia de la Oberliga. Cerrada en 1991, la siguiente temporada el Hansa Rostock disputó la Bundesliga... y la Copa de Europa como campeón de la ya exinta competición. Y fue la primera etapa que concluyó en Wembley, el 20 de mayo de 1992. Curiosamente el Barça eliminó aquella misma temporada a dos clubs alemanes, porque en la siguiente eliminatoria se las vio con el Kaiserslautern, de la Alemania Occidental. Y cuyo duelo, por si solo, ya merecería un artículo entero.