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lunes, 4 de abril de 2011

¿El Shakhtar? Un señor equipo

por Johan Cruyff. Tomado de El Periódico de Catalunya.

Iniesta, Piqué, Busquets, Mascherano y Thiago saltan en una falta del Villarreal, el pasado sábado. MIGUEL LORENZO La derrota del Madrid y la victoria del Barça clarifica las cosas a ambos. Los blancos se centrarán en la Copa y la Champions, donde puede pasar cualquier cosa.

Aunque inesperada, la derrota del Madrid ante el Sporting combinada con la victoria del Barça ante el Villarreal clarifica mucho las cosas. Para ambos. El Madrid y el Barça se van a ir de copas. A por las copas. Todo a copas. Y lo harán los dos, no solo el gran derrotado de este fin de semana. Lo que para el Madrid fue un palo el sábado, hoy, una vez digerido, es de puro sentido común. Matemáticamente no ha perdido la Liga, pero sabe que así será y no tanto por lo que falle el Barça, sino por lo que el equipo blanco va a dejar de sumar a partir de ahora en las ocho jornadas que quedan.

La próxima jornada de Liga, sin ir más lejos, está a caballo entre la ida y la vuelta de los cuartos de final de la Champions. Ahora mismo, San Mamés, el Athletic de Bilbao, es más un engorro para el Madrid que otra cosa. ¿Saldrá a perder el partido? Eso nunca. Competirá. Y lo hará contra un rival que sí se juega cosas. Pero es difícil competir al máximo si tu cabeza, más allá de quién juegue, titulares, suplentes o una mezcla, está por otra cosa. Y si dudo de que volvamos a ver al equipo de gala del Madrid en ningún otro partido de Liga, lo mismo ocurrirá en el Barça, eso sí, a una dosis menor. Guardiola, desde las 12 de la noche del sábado, sabe que ahora puede dar minutos a otros. Y si lo hizo ya con Messi por razones más que obvias -viajes, cambios horarios, cansancio en definitiva-, ahora no tiene barra libre, pero sí una puerta abierta del tamaño de ocho puntos para intercalar a titulares con otros menos habituales en las ocho jornadas que restan. Vigilando, avisando, siempre, para que los que salgan compitan para no entrar en problemas.

Apretar lo justo

Por más que el Barça tenga a día de hoy cuatro puntos más que hace un año, me sorprendería que hubiera un récord de puntos liguero. Seré el primero en quitarme el sombrero si supera los 99 del año pasado. Está en manos ya no del Barça sino del Madrid y de lo que sea capaz de apretar en las ocho jornadas que quedan, pero por puro sentido común, creo que apretará lo justo para asegurar lo que sí tiene en su mano: acabar segundo. Sin embargo, nada de lo ocurrido esta semana va a tener influencia alguna en las otras competiciones.

El palo infligido por el Sporting es de dolor mínimo. No has perdido la Liga la última jornada. Sin embargo, te clarifica los objetivos. Y con ello tu fuerza mental. Todo a copas: Champions y Copa del Rey. Y ahí está por ver quién gana en un duelo directo. A partido único (final de Copa) y a doble duelo (semifinales de la Champions, si se da el caso), todo puede pasar. Y ocurra lo que ocurra, la temporada de ambos ya es buena. Muy buena si rascas un título, excelente si son dos. Y de matrícula si, en el caso del Barça, haces el triplete.

Así como no tengo ninguna duda de que el Barça se llevará la Liga dejándose puntos de los que quedan por el camino, así como dejo en el aire lo que pueda ocurrir en la final de Copa, de los cuartos de final de la Champions tengo clara una cosa: en lo que concierne a Barça y Madrid, a los blancos les veo seguro en semifinales. Con el Barça no lo tengo tan claro. Porque no me fío ni un pelo del Shakhtar. A su talento y calidad, el Madrid suma ahora la necesidad de darlo todo y más en la Champions. Y el rival, por estilo, por inglés, le va de perlas para su fútbol roto, a veces, pero rápido y directo siempre. El Shakthar es otra historia. Y mucho más peligroso que el Tottenham.

Los ucranianos son singulares. Yo diría que únicos. Son dos equipos en uno: portero, defensas y mediocentros del país más algún europeo de calidad (el más destacado, el croata Srna, buen carrilero); centrocampistas ofensivos y delanteros brasileños. Muchos y con talento. Dos conjuntos en uno que su técnico ha sabido convertir en un señor equipo, sólido atrás y peligroso delante.

El peor rival

Veterano y experto, Mircea Lucescu ha dado con lo más difícil: equilibrio. Y este Shakhtar, hoy, es mejor por obra y gracia de su técnico -y de su presupuesto- que hace un año o dos. A favor del Barça, más allá de su estilo marcado y los futbolistas que lo hacen posible, el hecho de que ya se ha enfrentado a este equipo. Y no pocas veces. Incluso en una final. Y siempre le ha costado. Siempre ha tenido que exprimirse a fondo. Así que ya está avisado. Si los jugadores de Guardiola pasan a semifinales, tendrán que trabajárselo y mucho. Seguramente más que nadie de los otros cuartofinalistas.

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